Je ne blâme ni approuve, j’observe
Stendhal
Centrándonos en lo que nos une
El derecho y la literatura han estado entrelazados a lo largo de la historia, ofreciendo interesantes debates sobre la justicia, los derechos y las responsabilidades. Grandes obras de la literatura universal reflejan estos dilemas de forma memorable. En este artículo, exploramos algunos ejemplos clave donde el derecho cobra protagonismo en la narrativa.
Frankenstein, de Mary Shelley, plantea preguntas sobre la naturaleza de la persona. ¿Es el monstruo una persona con derechos y responsabilidades? ¿Es responsable de sus crímenes, o lo es su creador?
Otro clásico, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Stevenson, explora la responsabilidad en el ámbito de la dualidad de personalidad. ¿Es válida la delegación de poder de Jekyll a Hyde? ¿Y su testamento? El conflicto de identidad y responsabilidad también aparece en otras novelas como El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, y Crimen y Castigo de Dostoievski, que examinan la culpa y la responsabilidad.
Fausto, de Goethe, plantea uno de los contratos más famosos de la literatura: un pacto con el diablo. Aquí surge la pregunta jurídica sobre la validez de un contrato que compromete el alma por la eternidad y si las obligaciones contractuales son realmente equivalentes.
Las novelas de Charles Dickens abordan los derechos de los menores y las injusticias sociales, como en David Copperfield y Oliver Twist. Además, autores como Victor Hugo en Los Miserables y Alejo Carpentier en El siglo de las luces, examinan la propiedad de las personas, la esclavitud y las luchas sociales.
Por último, la novela negra y el género judicial nos presentan intrincados casos de derecho penal y civil. Desde El cartero siempre llama dos veces hasta las investigaciones de Sherlock Holmes o Maigret, se exploran cuestiones de justicia, derechos y contratos.
El derecho civil, mercantil y penal impregna la literatura universal, reflejando la complejidad de las relaciones humanas y sociales. Como el derecho es parte de la vida, también lo es de la literatura.
Conclusión
Mientras haya sociedad y literatura, esta se encargará de recordarnos que, al final, el derecho, como los grandes mitos de la literatura, nunca muere, simplemente se replantea. Ese es el espíritu de The Lighthouse Team