Breve historia de la PII
El día mundial de la Propiedad Intelectual e Industrial (PII) se celebra el 26 de abril de cada año desde el año 2000. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) conmemora de esta manera la entrada en vigor del Convenio de la OMPI, a la vez que sirve para concienciar y fomentar una mayor sensibilización sobre los derechos de PII.
Se trata de una herramienta imprescindible para el progreso de la sociedad ya que reconoce y premia la labor de los inventores y creadores. A continuación os dejamos algunas anécdotas sobre creaciones que tal vez desconocíais:
Algunos ejemplos de creaciones protegidas mediante PII:
PAPEL HIGIÉNICO: ¿Cómo se coloca?
(PATENTE)
Desde la tapa del váter, pasando por el cepillo de dientes y llegando hasta el papel higiénico; muchos han sido los elementos presentes en los baños que generan polémica alrededor de todo el mundo. La controversia se origina en torno a numerosos motivos, respondiendo principalmente al hábito e higiene.
Hoy nos centraremos principalmente en la controversia que surge en torno a la posición correcta de colocar el papel higiénico en el portarrollos.
Los defensores de la “posición superior” destacan como ventaja, entre otras, el agarre del extremo suelto o la reducción del riesgo de transferir gérmenes, al evitar su roce con la pared. Por otro lado, los partidarios de la “posición inferior” sostienen que genera menor impacto visual al parecer más ordenado o que sea más seguro cuando hay niños o mascotas cerca.
Nosotros vamos a desmontar ese mito. Independientemente de la opción escogida, tenemos la auténtica solución, original ya que se basa en la solicitud de patente presentada por Wheeler’s Albany Perforated Wrapping Paper Company en septiembre de 1891.
La imagen de los dibujos que explicaban la invención es clara, la hoja de papel se coloca en una “posición superior”. Es así con la finalidad de facilitar su uso y evitar también el desperdicio de papel. Ánimo, ahora ya puedes explicar tu toc.
BOLÍGRAFO BIC: ¿Perfecto?
(DISEÑO INDUSTRIAL)
Otra invención que conocemos desde nuestra infancia y que curiosamente no ha variado en absoluto es la forma exterior del bolígrafo BIC, protegida mediante diseño industrial. El diseño industrial protege la “apariencia externa” parcial o total de un producto. Constituye una figura de PII muy importante o sino pregúntenselo al barón Marcel Bitch (si pueden).
Cuando Marcel Bitch adquirió los derechos sobre la patente del bolígrafo, también pensó en que era necesario darle una figura atractiva, ergonómica y útil. Por ello, los bolígrafos BIC son, desde su primera comercialización en 1950, poliédricos y transparentes para controlar el nivel de tinta. Además, tiene un agujero en el centro del cuerpo que favorece la distribución de la presión ejercida al escribir y la propia presión del interior del bolígrafo. También, desde sus inicios cuentan con una esfera de acero inoxidable como punta del bolígrafo (casi tan dura como el diamante), para facilitar la distribución de tinta. Finalmente, como toque distintivo llevan usando ese azul tan clásico como color de tapa o capucha.
El único cambio que ha sufrido este diseño y que Marcel no contempló, fue el derivado de su tendencia a llevarlos a la boca. Para evitar atragantamientos se incluyó en 1991 un agujero en la tapa, para que, en caso de que fuese tragado accidentalmente el sujeto pudiese seguir respirando. Aunque, un diseño tan perfecto como este nos puede dejar sin aire.
¿Hemos pasado de los productos a las marcas?
(MARCA)
La respuesta, un innegable y rotundo “sí”. Antes buscábamos vaqueros, ahora queremos Levi’s; pero, también antes queríamos pañuelos de papel y ahora queremos Kleenex. ¿Entonces, qué ocurre? Este efecto deriva de la influencia de las marcas y Chupa Chups es el mejor exponente.
¿Acaso a alguien se le ocurriría “comer caramelos con un tenedor”? A su creador, Enric Bernat se le ocurrió en 1958 la ingeniosa idea de insertar una bola de caramelo sobre un palito. Pero el producto en sí “caramelo con palo” no era atractivo, por lo que tuvo que buscar un nombre igual de dulce que el invento para que llamase la atención de la sociedad. Tras sopesar diferentes alternativas “Chupa Chups” fue la elegida y Salvador Dalí diseñaría el famoso logotipo que hoy conocemos en tan solo una hora.
Un caramelo y un palo, una hora de Dalí y un nombre con chispa fue todo lo que hizo falta para que “Chupa Chups” se haya convertido en la manera más común de referirse a este tipo de golosinas, aunque no sean de esa marca en concreto. Gracias a los derechos de PI esta marca española forma parte de la colección de diseño industrial del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa), a la vez que es mundialmente conocida.
Conclusión
Aunque estos no son todos los derechos de PII que existen, es innegable que su existencia es un elemento esencial en el desarrollo, incluso económico, de la sociedad. Conocer qué son, cuál es su naturaleza y qué derechos se otorgan a las creaciones originales de la mente puede ser la diferencia entre el éxito y el anonimato.
